Translator for all of us

English plantillas curriculums vitae French cartas de amistad German documentales Spain cartas de presentación Italian xo Dutch Russian Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

Wednesday, July 20, 2011

Cinema mudo, memoria parlanchín

Un fotógrafo belga llamado Eric Isselée decidió, en un día de inspiración, sacarles fotos a diferentes aves justo después de que hubiesen roto la fina pared que las separaba del mundo, o sea, momentos después de salir del huevo. No sé que fue lo que le motivó a hacerlo. Quiero pensar que, como yo, él tampoco pudo ignorar las expresiones curiosas en los ojos de esas avecitas frente al mundo nuevo que se les descortinaba, sus primeros segundos de vida, sus pequeños cerebros trabajando duro para registrar cosas, congelar memorias, las primeras de toda una vida. WOW! La posibilidad de verlo a ese proceso mágico en la curiosidad expuesta en sus ojitos es GENIAL! Son fotografías imperdibles – AQUÍ.

Pero y cuanto a mi? Soy conciente de que a cada segundo reminiscencias buscan abrigos en mi alma?

Cuenta la historia que la primera presentación pública de una película provocó gran pánico en los espectadores. La proyección mostraba una locomotora que se acercaba, encuadrada de frente. El público, hasta aquel entonces acostumbrado a imágenes estáticas, tuvo miedo de la muerte inminente, por atropellamiento, que sus cerebros anunciaban y por esa razón, en cuestión de segundos los que no salieron corriendo en dirección a la puerta para salvar sus vidas voltearon la cabeza para morir con dignidad!  Ahí empezaba, en negro y blanco, una historia de amor al arte que conmovería el mundo: E advenimiento del CINEMA!

En los principios del cinema no se usaban los sonidos y la imaginación de la platea teñía con los colores de la emoción los escenarios y los protagonistas.  Quizas les daban tonos de voz seguros a los héroes y grotescas voces terroríficas a los vilanos, y hasta las palabras mismas les ponían en sus bocas mudas y asi, en el silencio de la sala oscura, los actores mudos terminaban por decir lo que los devaneos del expectador determinaba.

En blanco y negro se hacian los rollos de películas, en blanco y negro se los rellenaban con creatividad y imaginación y en blanco y negro, sin sonidos, se imprimían sueños en los corazónes de las gentes.

Observando el cine antiguo me puse a pensar…Acaso no es también así con mis propios recuerdos? Esos imágenes que se dibujan en mi mente, en contornos borrosos u ausentes, que tienen la capacidad de llevarme a viajes interminables por el tiempo y cegarme con la repetición de sus secuencias, haciéndome reir o llorar, mientras camino distraída por los caminos de todos los días…No les pongo yo también, al igual que los cinéfilos de principios del siglo XX, algún color y forma, cuando el tiempo mismo es quien se encarga diariamente de decolorarlos, diluirlos y callarlos discreta y eficientemente?

Adelia Prado dice “Las cosas que se eternizan son las cosas que la memoria un dia llegó a amar!” Pero a eso viene que hay diferentes tipos de amar. Hay amores convictos, declarados, que se guardan en compartimientos accesibles de la mente, ellos producen los recuerdos fáciles de encontrar, porque son grandes, ni llegas a dudar de que están ahí. Como la primera vez que te encuentras frente al mar y toda la inmensidad que lo compone. Sabes que a ese recuerdo siempre lo tendrás y nunca será difícil rescatarlo de su rincón en la mente. Otros amores son más discretos, casi imperceptibles, son recuerdos tímidos, mansos. Como ese día en que despertaste con los rayos del sol calentando dulcemente tu rostro y toda la vida parecía llamarte a la existencia. Ni llegaste a saber cuan dulce era ese momento y él se fue, discreto, a los sótanos del pensamiento. Y allá quedará hasta que algún día, quien sabe un olor, o una textura, un canto de pájaro, o cualquier cosa etérea que se haga dedo y dispare el gatillo de la memoria, te lo traiga de vuelta al recuerdo dócil de un tiempo olvidado del tiempo y eternizado en el corazón. Quizás venga en distintos colores, en traje malgastado y diciendo palabras que nunca fueron proferidas en el momento real, pero, como en el cinema mudo, la clave no es lo que dice realmente el héroe, es lo que nunca llegará a decir para que lo diga siempre…!  

ps.
 Les dejo como sugestión esta escena hermosa. Les pusieron música para subirla al youtube, pero mi sugestión es que silencien la música y experimenten la emoción de una verdadera obra de arte. 


Jorge.

2 comments:

  1. La verdad yo no recuedo cuando fue la primera vez que vi el mar...ni siquiera me acuerdo de donde deje mis lapices...!!..

    paa tu memoria..come pasas...ah no pera...no no comas...jij...no comas..ajaja..e...

    pasa que los recuerdos porota..tienen candado..si tu no los cierras...siempre van a estar dando vuelta!!...

    ReplyDelete
  2. ¡Super romántico Jorge!
    Casi me empalagas con tu dulzura.

    ReplyDelete